Radiofrecuencia Facial en Casa: Todas tus preguntas Respondidas (Parte I)

Preguntas Frecuentes sobre Radiofrecuencia Facial en Casa

En este primer artículo vamos a empezar a responder todas las preguntas que nos habéis hecho sobre la Radiofrecuencia Facial en Casa. Hay que tener en cuenta que no todos tenemos el mismo tipo de piel, por lo que si padeces de alguna característica especial en tu piel (piel sensible, rojeces, rosácea…) pregunta a tu dermatólogo antes de utilizar un dispositivo de Radiofrecuencia Facial.

Como son bastantes preguntas y queremos daros una explicación detallada, dividiremos las preguntas en varios artículos para poder ir contestando todas lo mejor posible.

Empecemos con las preguntas…


La frecuencia con la que puedes realizar tratamientos de radiofrecuencia facial en casa puede depender de varios factores, como el tipo de dispositivo que estás utilizando, la intensidad del tratamiento, y la sensibilidad de tu piel. Sin embargo, es importante destacar que la radiofrecuencia facial es un procedimiento que puede tener efectos en la piel, y el exceso de uso podría resultar contraproducente.

En general, muchos fabricantes de dispositivos de radiofrecuencia facial recomiendan utilizarlos de 1 a 3 veces por semana. Es crucial seguir las instrucciones específicas de tu dispositivo y consultar con un profesional de la salud o un dermatólogo para obtener recomendaciones personalizadas.

Además, ten en cuenta la respuesta de tu piel. Si experimentas irritación, enrojecimiento o cualquier otro efecto secundario, es posible que necesites reducir la frecuencia o la intensidad de los tratamientos. Siempre es aconsejable hacer una prueba en una pequeña área de la piel antes de aplicar el tratamiento en toda la cara para asegurarte de que no haya reacciones adversas.

radiofrecuencia facial en casa

Recuerda que la información proporcionada aquí es general y puede no ser aplicable a situaciones específicas. Siempre es recomendable buscar el consejo de un profesional de la salud o de un dermatólogo antes de iniciar cualquier nuevo régimen de cuidado de la piel en casa.


Realizar sesiones de radiofrecuencia facial todos los días puede tener consecuencias negativas para la salud de tu piel. La radiofrecuencia facial es un procedimiento que utiliza energía para calentar las capas internas de la piel, estimulando la producción de colágeno y mejorando la apariencia de la piel. Sin embargo, su uso excesivo puede llevar a efectos secundarios no deseados.

Algunos posibles efectos secundarios de realizar radiofrecuencia facial con demasiada frecuencia incluyen:

  • Irritación de la piel: El calor generado durante la radiofrecuencia puede causar irritación, enrojecimiento o sensibilidad en la piel. Realizar el tratamiento todos los días puede no darle tiempo suficiente a la piel para recuperarse.
  • Sobreestimulación del colágeno: El colágeno es esencial para la firmeza y elasticidad de la piel, pero estimularlo en exceso puede tener efectos contraproducentes, como la formación de tejido cicatricial.
  • Daño a la barrera cutánea: La barrera cutánea es importante para proteger la piel de las agresiones externas. La radiofrecuencia frecuente podría interferir con esta barrera y aumentar la vulnerabilidad de la piel.
  • Aparición de efectos secundarios graves: Aunque la radiofrecuencia facial es generalmente segura, su uso excesivo podría aumentar el riesgo de efectos secundarios más graves, como quemaduras o hiperpigmentación.

Es importante seguir las recomendaciones del fabricante del dispositivo y, si tienes dudas, consultar con un dermatólogo o profesional de la salud antes de realizar sesiones de radiofrecuencia facial con demasiada frecuencia. Cada tipo de piel es diferente, y lo que funciona para una persona puede no ser adecuado para otra. Respetar los intervalos recomendados y prestar atención a la respuesta de tu piel es crucial para mantener la salud cutánea.


preguntas frecuentes sobre radiofrecuencia facial en casa

La radiofrecuencia facial es generalmente segura cuando se utiliza adecuadamente, pero hay algunas áreas en las que se debe tener precaución o evitar su aplicación. Aquí hay algunas áreas en las que se recomienda evitar o ser cauteloso al aplicar radiofrecuencia:

  • Áreas cercanas a los ojos: La piel alrededor de los ojos es más delgada y delicada, por lo que se debe tener cuidado al aplicar tratamientos de radiofrecuencia en esta zona. Algunos dispositivos están diseñados específicamente para tratar el contorno de ojos, pero es importante seguir las instrucciones del fabricante y evitar la proximidad directa a los ojos.
  • Sobre lunares, verrugas o lesiones cutáneas: Evita aplicar radiofrecuencia sobre lunares, verrugas, lesiones cutáneas o cualquier área de la piel que pueda ser sospechosa o irregular. Si tienes dudas sobre alguna marca en la piel, consulta a un dermatólogo antes de realizar tratamientos.
  • Zonas con implantes metálicos o rellenos dérmicos: Si tienes implantes metálicos, como placas, tornillos o alfileres, o has recibido rellenos dérmicos, es posible que la radiofrecuencia interfiera con estos materiales. Consulta con tu médico antes de aplicar tratamientos en áreas cercanas a implantes metálicos o rellenos.
  • Sobre la glándula tiroides: Evita aplicar radiofrecuencia directamente sobre la glándula tiroides. La radiofrecuencia podría afectar a esta glándula sensible, que se encuentra en la parte frontal del cuello.
  • Áreas con heridas abiertas o inflamación: Evita aplicar radiofrecuencia en áreas de la piel con heridas abiertas, inflamación aguda o infecciones cutáneas. La radiofrecuencia podría agravar estos problemas o causar molestias adicionales.
  • Sobre huesos prominentes: Evita aplicar la radiofrecuencia directamente sobre áreas donde los huesos son prominentes, como la mandíbula o las clavículas. Es posible que estas áreas sean más sensibles al calor.

Recuerda que siempre es recomendable seguir las instrucciones específicas del dispositivo que estás utilizando y, si tienes alguna preocupación o condición médica, consulta con un profesional de la salud o un dermatólogo antes de comenzar cualquier tratamiento de radiofrecuencia facial.


La elección del mejor aparato para tratar la flacidez facial puede depender de diversos factores, como el tipo de piel, la gravedad de la flacidez y tus preferencias personales. Aquí hay algunos dispositivos comunes que se utilizan para tratar la flacidez facial:

  • Dispositivos de Radiofrecuencia Facial: La radiofrecuencia es una tecnología que utiliza calor para estimular la producción de colágeno y mejorar la firmeza de la piel. Hay diversos dispositivos de radiofrecuencia facial en el mercado, y algunos de ellos están diseñados para uso doméstico. Algunos nombres populares incluyen Tripollar, NuFace Trinity, y EndyMed.
  • Dispositivos de Microcorriente: Estos dispositivos emiten pequeñas corrientes eléctricas para estimular los músculos faciales y mejorar la tonificación. Ejemplos de dispositivos de microcorriente incluyen el NuFace Trinity y el Myolift.
  • Dispositivos de Terapia de Luz LED: La terapia de luz LED puede ayudar a mejorar la producción de colágeno y a reducir la apariencia de la flacidez facial. Los dispositivos como el Foreo UFO o el Dr. Dennis Gross Skincare SpectraLite FaceWare Pro utilizan luz LED para este propósito.
  • Rodillos de Microagujas: Estos dispositivos emplean pequeñas agujas para crear microlesiones en la piel, lo que estimula la producción de colágeno y elastina. Ejemplos incluyen el dermaroller y el DermaPen.
  • Tecnología de Ultrasonido: Algunos dispositivos utilizan ultrasonido para penetrar en las capas más profundas de la piel, estimulando la producción de colágeno y mejorando la elasticidad. El Ultherapy es un ejemplo de tratamiento de ultrasonido que se realiza en entornos profesionales.

Es importante señalar que la eficacia de estos dispositivos puede variar de una persona a otra, y los resultados pueden depender de la consistencia en el uso y otros factores individuales. Antes de elegir un dispositivo, es recomendable investigar, leer reseñas y, si es posible, obtener recomendaciones de profesionales de la salud o dermatólogos. Además, ten en cuenta que algunos tratamientos más intensivos pueden requerir la supervisión de un profesional.


Después de someterte a un tratamiento de radiofrecuencia facial, es importante seguir ciertos cuidados para optimizar los resultados y minimizar posibles efectos secundarios. Aquí hay algunas recomendaciones sobre lo que no se debe hacer después de una sesión de radiofrecuencia facial:

  • Evitar la exposición al sol: Después del tratamiento, es aconsejable evitar la exposición directa al sol. La piel puede estar más sensible y propensa a daños por el sol, así que utiliza protector solar y trata de limitar la exposición al sol durante al menos unos días después del tratamiento.
  • Evitar productos agresivos: No utilices productos que contengan ingredientes fuertes o ácidos en las primeras 24-48 horas después del tratamiento. Esto incluye ácidos exfoliantes, retinoides u otros productos que puedan causar irritación.
  • No realizar tratamientos intensivos adicionales: Evita someterte a tratamientos de belleza intensivos, como peelings químicos o tratamientos láser, poco después de una sesión de radiofrecuencia. La piel necesita tiempo para recuperarse y sobreexponerla a múltiples procedimientos puede aumentar el riesgo de irritación.
  • No tocar ni frotar la piel: Después de la radiofrecuencia, evita tocar o frotar bruscamente la piel tratada. Deja que la piel se recupere por sí misma sin interferencias que puedan causar irritación.
  • No realizar ejercicio vigoroso: Evita el ejercicio vigoroso y la sudoración intensa durante al menos 24 horas después del tratamiento. El sudor puede irritar la piel y potencialmente causar inflamación.
  • No exponer la piel a altas temperaturas: Evita saunas, baños calientes o cualquier otra exposición a temperaturas elevadas en las primeras 48 horas después del tratamiento, ya que el calor adicional podría aumentar la sensibilidad de la piel.
  • No exfoliar en exceso: Evita el uso de exfoliantes o cepillos faciales en los primeros días posteriores al tratamiento. La piel tratada con radiofrecuencia puede estar más sensible, y la exfoliación excesiva puede irritarla.

Recuerda seguir las instrucciones específicas de tu profesional de la salud o del lugar donde te realizaron el tratamiento de radiofrecuencia. Si experimentas algún efecto secundario inusual o persistente, es recomendable comunicarte con tu proveedor de cuidado de la piel o consultar a un dermatólogo.


Después de un tratamiento de radiofrecuencia facial, es común que la piel experimente algunos cambios temporales. Los resultados pueden variar según la persona, el tipo de piel y el dispositivo utilizado. Aquí hay algunas respuestas típicas sobre cómo puede lucir la cara después de una sesión de radiofrecuencia:

  • Enrojecimiento: Es normal experimentar un ligero enrojecimiento en la zona tratada después de la radiofrecuencia. Este enrojecimiento generalmente desaparece en pocas horas, pero puede persistir hasta el día siguiente en algunos casos.
  • Hinchazón leve: Algunas personas pueden experimentar una ligera hinchazón, especialmente alrededor de los ojos o en las áreas tratadas. Esto es normal y suele disminuir rápidamente.
  • Sensación de calor: Puedes sentir una sensación de calor en la piel inmediatamente después del tratamiento debido al efecto de la radiofrecuencia. Esta sensación suele disminuir en poco tiempo.
  • Incremento temporal en la firmeza: En algunos casos, las personas notan un aumento temporal en la firmeza de la piel justo después de la sesión. Sin embargo, los resultados más significativos suelen ser visibles después de varias sesiones a lo largo del tiempo.
  • Posible formación de edema: En casos raros, algunas personas pueden experimentar un edema temporal (acumulación de líquido) en las áreas tratadas. Esto generalmente se resuelve por sí solo en un corto período de tiempo.

Es importante tener en cuenta que estos efectos son típicos y suelen ser leves y temporales. Sin embargo, la intensidad de la respuesta puede variar según la sensibilidad individual de la piel y la intensidad del tratamiento. Siempre sigue las recomendaciones de tu profesional de la salud o del lugar donde te realizaron el tratamiento, y no dudes en comunicarte con ellos si experimentas alguna preocupación o efecto secundario inusual.


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